Privada Jazmín, una localidad entre cerros de basura

“Cada año tenemos este problema, el agua sale por las alcantarillas de mi casa; huele a suciedad, a orina, imagínate que en tu casa te estas bañando y por tu coladera sale agua de drenaje”. Franciso Brizio.

“Tengo 13 años viviendo en Privada Jazmín y cada año es lo mismo, aquí no nos pelan, pero vete a la colonia Chapalita, Plaza del Sol, Providencia y van luego luego, aquí no; también mi dinero vale”, afirmó Francisco Brizio, un habitante de la colonia San Carlos, que se vio afectado tras las inundaciones que dejó la tormenta del pasado fin de semana.

Las familias que conforman Privada Jazmín cerca de la Central vieja de Guadalajara, viven año con año la fuerza de las aguas en el temporal de lluvias. Sus hogares se han convertido en un punto en el que las aguas que recorren la ciudad terminan por converger, ocasionando que inunde la colonia; algunos habitantes han construído cerros de basura que otros vecinos odian, pero el reciclaje es una fuente de ingresos.

Francisco Brizio, quien lleva viviendo más de una década en la localidad, mencionó que el domingo por la mañana tuvo que sacar el agua sucia que se metió a su casa

“cada año tenemos este problema, el agua sale por las alcantarillas de mi casa; huele a suciedad, a orina, imagínate que en tu casa te estas bañando y por tu coladera sale agua de drenaje”.

El agua sucia impacta en la salud, ocasionando que contraigan enfermedades, primordialmente en el estómago.

La problemática que la mayoría de los pobladores de Privada Jazmín, externaron, son ellos mismos, puesto que la cantidad excesiva de basura que ha cobijado a su colonia por años, se debe a que algunos se dedican a la recolección con la finalidad de reciclar, puntualizó Francisco Brizio

“estamos en una colonia donde se recicla la basura, todo mundo trae la basura para reciclar, sino fuera por estas personas que reciclan la basura ¿quién lo haría? Viven de la basura. De tantas cosas robadas que hay, tienen que desaparecerlas y aquí lo hacen”.

Para Juan Manuel Rodriguez Flores, otro habitante más, esta situación se ha vuelto tan común para todos ahí que su vida ha sido moldeada por las inundaciones, ya saben que año con año deben de cambiar sus muebles, o subir más las bardas que han construido en sus casas,

“ya se nos hace normal pero si está canijo vivir así. Cambiarse de casa no es un opción, las rentas son altas, no tenemos a dónde más ir. Sabemos que somos la cuneta en el que todas las aguas caen, esto sí nos afecta mucho porque el nivel del agua llega a medir hasta metro y medio”.

De las cosas que él ha hecho para evitar que se inunde su colonia, es barre toda la cuadra, en ocasiones le paga demás a los del camión recolector de basura para que se lleven bolsas extras, y a pesar de eso piensa que algunos de sus vecinos les vale madre mantener limpia su colonia, siendo que todos los factores en los que se encuentran, son de riesgo principalmente para los niños que viven ahí.

La ayuda que han recibido a la fecha sólo ha sido la limpieza de las calles, esto por parte del cuerpo de Protección Civil y Bomberos del municipio, “salubridad no viene para acá, viene Bomberos y Protección Civil y si fumigan, pero muy rara vez vienen. Estamos expuestos alguna infección fuerte, pero gracias a Dios no nos hemos enfermado gravemente” externó, Rodríguez Flores.

Además se encuentran a la espera de la ayuda que el municipio acordó mandar para llevarse todos los muebles que se vieron afectados por las inundaciones y que ya no sirve, como sillones, televisores, estufas.

Los cerros de basura que habitan con los pobladores, ocasiona que se generen ratas grandes, cucarachas y zancudos, mismo que ha hecho que se presenten casos de dengue en la colonia mencionó Anabel Gpe., una habitante que es vecina de una familia que por años ha formado una montaña de basura que no sirve, que no se recicla,

“parece que todos recolectamos basura, los niños se enferman de la piel por la humedad que hay en el ambiente, salubridad no ha venido, pero creo que es por el mismo cochinero no nos hacen caso, sólo han venido a fumigar”.

Anabel que sufre de asma, externó que también los mismo vecinos que recolectan la basura, suelen quemar cobre, lo que le ocasiona problemas en su salud

“me levanto con dolor de cabeza y me doy cuenta cuando lo hacen porque sufro de asma y eso me afecta, lo realizan cada 2 o 3 veces al día”.

Por otra parte un trabajador que lleva recogiendo la basura de esa colonia por tres años, informó que la problemática de basura ahí en San Carlos es muy evidente, la gente no suele tener cultura, también afirmó lo que los vecinos de Privada Jazmín externaron, que muchos de los habitantes por ser de bajos recursos se dedican a la recolección de basura para reciclar, y vender el cartón, el plástico, las latas, sin embargo, también recolectan basura que no sirve y como no saben qué hacer con ella, terminan abandonándola en las esquinas de las calles, la olvidan esperando que todo eso se lo lleve el camión recolector

“es muy frecuente encontrar por lo menos tres veces por semana, sillones que ya no sirven, partes de autos, las esquinas se encuentran repletas de eso”.

Para él Privada Jazmín es el callejón de la muerte, por el ambiente que se percibe y todo los residuos que llegan a encontrarse en el lugar.

Además de informar que se ha percatado que camionetas van y dejan bolsas de basura, como escombros entre otro tipo de basura, él lo adjudica a los son pequeños locales, que no contratan un servicio privado y ven fácil abandonar la basura por la ciudad.

Todas las casas de la Privada Jazmín son intestadas, es decir la personas que las habitan no son los dueños legítimos, sin embargo, han vivido ahí desde hace muchos años, la situación no ha cambiado, la basura, las inundaciones, los olores de la quema de cobre los ha orillado a convivir y moldear su vida, se han terminado por acostumbrar.