Limpiando “El Baratillo” al final de la jornada
Por Kimberlyn Flores
Guadalajara, Jal. (@ambientalJAL) María Reyna tiene cerca de un año que le viene a ayudar a su esposo, quien trabaja en el Ayuntamiento de Guadalajara, a barrer El Baratillo. Son cuatro cuadras las que le toca asear, llenan con residuos una camioneta de tamaño similar al de un camión recolector de basura.
“Hay tiangueros que si rejuntan su pedazo”, menciona, pero son pocos. Hay quienes se quedan con la idea de “la barrida ya está pagada”, a pesar de que no todos son tianguistas regulares. La barrida empieza a las cinco de la tarde, hay puestos que se quitan hasta pasadas de las seis y eso que la hora límite para levantar es a las cuatro.
Los carretones de la basura dan varias vueltas a lo largo del tianguis, el cuál abarca desde Gómez Farías hasta Puerto Melaque en el sector Libertad, dentro de Guadalajara, Jalisco. Pero eso no garantiza que todos los desechos se retiren.
Alfredo, quien tiene más de 25 años viviendo en la zona dice que a veces los residuos que no se llevan los aseadores se quedan hasta el lunes, en otras ocasiones han durado semanas, además, hay lugareños que van y dejan su bolsa de basura después de que el carretón pasó y ahí se queda. Antonio, otro vecino, señala que a causa de esto y de las hojas de los árboles de las calles, las inundaciones que se dan en época de lluvias han llegado al medio metro, al menos en la zona cercana a Puerto Melaque. En adición, las visitas de los bomberos para destapar las alcantarillas han disminuido.
Alfredo espera que con el nuevo gobierno se supervise más el aseo, pues aún con el estimado de 20 toneladas de basura que se retiran entre la barrida de trabajadores del ayuntamiento, la recolección de los carretones de la concesionaria CAABSA y la limpieza extra de los vecinos aledaños al tianguis, no se va todo y al final los que terminan con agua en sus pies son los vecinos.