Huerto en el Barrio
Entre las colonias Real y Revolución, en el barrio de Medrano a escasos metros del CUCEI, “de la calzada para acá”, se ubica Huerto en el Barrio, una casa “rescatada”, llena de plantas y arte urbano, donde se practica y se aprende con talleres culturales.
Todo el interior está tapizado de murales hechos por artistas que se han voluntariado o que han pagado su estancia, pues la morada también llega a servir de hotel para hospedar a artistas urbanos que deseen compartir su talento con piezas de arte en la pared. Como la casa también aloja vendimias en comunidad, se pueden comprar distintos productos orgánicos o artesanales, que por lo general provienen de las y los vecinos del barrio. Esa es la mitad de la fórmula de este proyecto social: son vecinos y vecinas que buscan atender las necesidades y mejorar la calidad de vida de la comunidad inmediata.
Sin embargo, a pesar de todas estas actividades con las cuales se sostiene el proyecto, el nombre viene de que ahí se cultivan germinados como la lenteja, brócoli y betabel. Las verduras que se plantan y cultivan en el huerto, en el patio central, se usan en la cocina, pues la casa también opera como restaurante con un menú diferente y saludable cada semana. Estas actividades no se quedan detrás de las puertas del local, pues se imparten “talleres de germinado” donde vecinos del barrio aprenden a poner sus propios huertos que, en ocasiones, pueden llegar a triplicar la comida con el tiempo y cuidado que requieren.
Akometer es el nombre artístico del fundador de Huerto en el Barrio, aunque el proyecto es la labor de un equipo de 10 personas, entre vecinos y artistas. A este equipo se suman varios voluntarios y personas que han pasado y dejado su huella en la casa.
¿Qué es Huerto en el Barrio?
Akometer: Es una casa rescatada en el barrio de Medrano, que es “de la calzada para acá”, como dicen despectivamente a estas colonias. Esta casa fue rescatada con la emoción y con las ganas de nutrir al barrio.
¿Cuándo la rescataron?
Hace un año y medio. Fue un año y medio de proyección y reparación. Lleva dos meses y quince días operando.
Ese rescate ¿Qué implicó? ¿Qué tuvieron que hacer?
Primero, venir al barrio y hacer un scouting para platicar con las personas, saber cuáles eran sus necesidades respecto a la nutrición que había aquí, porque ese es nuestro interés: nutrirlos. Se empezó a conocer a las familias, a los negocios, en unas cuatro manzanas alrededor del lugar [...]
Luego empezamos a invitar artistas talleristas para que se unieran a nuestro equipo, para empezar a fomentar todo esto de la comida saludable a un costo accesible para todas las personas.
¿Por qué el nombre Huerto en el Barrio?
Oh, porque está en el barrio, y queríamos que proyectara totalmente eso. También porque no hay ningún huerto de aquí hasta, ¿qué será?, ¿unos tres kilómetros?. No hay ni huertos ni viveros ni nada.
¿Cuáles son los objetivos de todo el proyecto?
Darle a las personas o acercarles herramientas creativas, para que tengan más opciones de vida, aquí en el barrio; que proyecten al salir de aquí, y si no salir de aquí: a nutrir más al barrio y que se haga más colorido. Esa es la intención de Huerto en el Barrio.
¿El financiamiento de las actividades lo hacen con estos talleres?
Así es, independientemente.
Hasta ahora ¿más o menos cuántas personas se han beneficiado de los talleres y actividades?
Hasta ahorita, en los dos meses y medio, beneficiados así que he visto los resultados y que se les ha hecho la línea de tiempo, han sido 25 personas. Son 25 personas que siguen aquí como voluntarios.
También tuvimos la oportunidad de hablar con Tanya Ruiz, apodada Tanoli por los vecinos y el equipo, quien planea y dirige el taller de germinado que articula varias de las actividades de la casa y con el que se busca llevar alimentación nutritiva a la comunidad.
¿Cómo es el taller de germinado? ¿Qué hacen?
Tanya: Prácticamente es enseñar a las personas cómo crear un germinado; las variedades más comunes toman 5 días en germinar. El material es muy sencillo de conseguir y las semillas las proporciono yo. Llevamos el taller a cabo aquí: se hace la primera parte que es la activación de la semilla; después ellos se la llevan a su casa con instrucciones de los cuidados que le van a dar durante esos 5 días para que tengan su germinado listo y lo puedan consumir.
¿En 5 días ya está?
Sí, algunas variedades, que son las más comunes que manejo, están en 5 días.
¿Qué tipo de semillas usan para estos talleres?
Las que tenemos actualmente, para germinar en 5 días, son alfalfa, trébol, brócoli, kale, y rábano. Estas 5 variedades se pueden hacer por separado o, como se llevan bien las semillas al momento de la germinación, se pueden hacer combinaciones.
Una persona que haga germinación a mayor escala ¿ya que tome este taller podría alimentar a su familia con una mayor escala?
De hecho sí. Tenemos registro de cuánto es el volumen que se obtiene de la semilla. Una semilla que es muy común y que todos tenemos al alcance de nuestras manos es la lenteja. En lenteja, si nosotros decidimos germinar un kilo de lenteja vamos a obtener un rendimiento de entre 7 hasta 10 kilogramos de lenteja.
¿Cuántos talleres llevan hasta ahora?
Se ha dado uno por semana. Por este tema de la pandemia se detuvieron algunas semanas. Llevamos aproximadamente 8 talleres.
¿En sencillo?
Sí, es bastante sencillo. De hecho se hacen grupos de personas porque, como te mencioné, hay diferentes variedades de semilla y el proceso es distinto para cada uno. Las que utilizo son como la base porque se hacen en 5 días y son semillas muy nobles para germinar.
Pero también hay otras variedades como el amaranto, la quinoa, betabel, cebolla. Son otras variedades que necesitan otro proceso para la germinación.
¿Cómo se liga el taller de germinados con el proyecto más amplio de Huerto en el Barrio?
Pues pasó algo muy interesante. Yo creo que de 10 personas que vienen al taller de germinados, 5 son adultos mayores. Salió algo muy interesante porque dijeron: “Oye, y si yo quisiera hacer germinado ya no nada más para mí, sino para vender?”.
Entonces eso es algo bien interesante porque abres una puerta para que una persona genere ingresos de un taller que tomó aquí en el huerto, y esos mismos germinados que esa persona va a generar, los traiga aquí mismo al huerto y los venda, y los distribuya, y se comercialicen aquí mismo.
Entonces todo eso está bien chido porque las personas vienen, toman un taller, pero ven también oportunidades de sacarle provecho para un negocio de esta forma. De lo que se trata Huerto en el barrio es nutrir al barrio, pero también llevar a cabo una economía solidaria, porque se ha distorsionado mucho este rollo de la alimentación saludable, que dices: “ah, yo puedo comer saludable… si tengo dinero”.
Porque si vas a una tienda allá de Chapultepec, te venden una mermelada carísima que hizo una persona, un productor orgánico, en 300 pesos y dices: “Comer saludable es caro, ¿no?” Queremos cortar totalmente esa línea porque realmente podemos comer saludable y comer barato, porque realmente es barato producir tus propios alimentos.
Idealmente, ¿dónde quisieran estar en otros tres o cuatro meses?
Aquí en Huerto en el Barrio nos encantaría que las personas, primeramente del barrio, conocieran qué es un germinado y las propiedades que tiene. Terminando el barrio, agrandarnos. Llevar toda esta información a las personas.
Además de esto: ¿sabes qué es algo bien chido? Que las personas aprenden y ellos mismos transmiten la información a su familia. Esas personas llegan a transmitir esa información a otras personas.
Así es como Tanya y Akometer comparten este proyecto, enfatizando siempre que la primera prioridad de Huerto en el Barrio siempre será el barrio, al cual buscan nutrir pero también conectar en redes de solidaridad e incluso de actividad económica. La casa lleva apenas dos meses y medio abierta, ha celebrado 8 talleres de germinados, ya opera la cocina, ya llevaron a cabo varios talleres de barro y pronto auspiciará su segunda función de teatro con títeres, entre otros proyectos con la participación de la comunidad en el barrio de Medrano.