Forma migratoria número 4, el derecho a un paso digno
Una persona se acerca a ti una vez que te han abierto la puerta, te explica las reglas, que no hay cobro alguno, pero puedes ayudar cuando se requiera, te dice: “Bienvenido a FM4”.
Guadalajara, Jal. (@ambientalJAL) Sobre la pared se encuentran dos letreros que reciben a quien ingresa al domicilio 468 A, Calderón de la Barca, Guadalajara, Jalisco. Los íconos te ayudan a entender sin necesidad de acercarte, que hay comida, llamadas, baños, artículos de higiene, ropa… albergue. También te advierten que el ingreso te restringe portar objetos punzocortantes y celulares. Una persona se acerca a ti una vez que te han abierto la puerta, te explica las reglas, que no hay cobro alguno, pero puedes ayudar cuando se requiera, te dice: “Bienvenido a FM4”.
Un comedor, una cocina, una sala de entretenimiento; área para niños, gimnasio, una mesa de futbolito, baños, dormitorio, cuartos de entrevista… son los espacios divididos, algunos por tablaroca, que figuran dentro de lo que pareciese una bodega del tamaño de un supermercado exprés. Los voluntarios preparan bolsas con porciones de pasta dental, jabón y otros artículos de limpieza. La tierra en los suelos refleja las construcciones en proceso.
Según la coordinadora de vinculación de FM4, María José Lazcano, esta es una organización no gubernamental, laica y sin fines de lucro, que labora en defensa de los derechos del migrante y los refugiados solicitantes de atención internacional. El proyecto emana de estudiantes voluntarios que reconocen en su realidad la urgencia de atender a una población vulnerable, que es la migración en tránsito, por lo que en 2007 comienzan con la repartición de alimentos en las vías del ferrocarril.
“Antes en México, en lugar de lo que se conoce como visas, existían la forma migratoria número 2 y la forma migratoria número 3. La forma migratoria 4 no existía (no existe), entonces por eso nosotros nos llamamos “FM4 Paso Libre” porque era como un tipo de visa que lo que pugnaba o indicaba era el paso libre por México”, explica María José.
Al agarrar impulso por el interés de más personas, la gente involucrada en el proyecto crece, y al cabo de un año toma figura legal convirtiéndose en una asociación civil. Cuando encuentran un espacio se hace un comedor donde también se ofrecía ropa, regadera y llamadas telefónicas a partir del apoyo de una organización francesa llamada Comunicaciones Sin Frontera.
“Así se mantuvo el proyecto unos cinco o seis años y se tuvo que salir de ahí por cuestiones de seguridad. Había ciertas dinámicas de la misma población de la zona que ponían en riesgo a todas las personas migrantes que recibíamos como al mismo equipo de trabajo”, asegura la encargada de vinculación, pues la estadía de este centro de atención a migrantes en Avenida Inglaterra, generó molestia entre los vecinos por estigmas de criminalización hacia el migrante.
A partir de mesas de trabajo con los tres niveles de gobierno, FM4 consigue un lugar en 2016, lo que les permite crear un albergue con capacidad para cien personas. Allí, brindan atención médica, psicológica y jurídica, y los demás servicios, todos los días del año principalmente a las personas cuyos orígenes son los más comunes: Guatemala, Honduras y El Salvador, aunque también llegan migrantes mexicanos en camino a Estados Unidos.
Reciben entre 50 y 70 personas diario, aunque en temporadas altas las personas rebasan la cantidad límite del albergue. Estas temporadas suelen ser enero, febrero y marzo, cuando después de pasar Navidad con sus familias, emprenden el viaje y son esas fechas en las que se estima su llegada a esta parte del país
En cuanto a recursos, una parte se sostiene de organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y la embajada de Australia. Otros fondos se reciben de sociedad civil, tanto en efectivo como en despensa y de iniciativas privadas; convocatorias de Gobierno para proyectos donde concursan, campañas de recaudación de fondos, además de que han recibido reconocimientos con incentivos económicos.
Dado al flujo creciente de migración que pasa por México, la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM), integrada por 22 casas de migrantes del país, registra de manera sistemática el tránsito de personas migrantes por México, base de datos que durante 4 años coordinó FM4 en representación por Alfonso Hernández.
En su llegada al albergue, se les hace una entrevista de registro para la REDODEM, y para identificar las necesidades de cada una de las personas y de este modo, recibir el acompañamiento jurídico correspondiente así como conseguir tratamiento médico en caso de que la persona lo necesite, además de hacer una revisión para identificar si se han dañado sus derechos humanos en su paso por el país.
El equipo base se integra por 11 personas, que en conjunto con los practicantes, prestadores de servicio y voluntarios suman alrededor de 180 integrantes, ya que estos últimos, que se convocan mediante redes sociales y pláticas en escuelas, rolan turnos de acuerdo a sus necesidades al no tratarse de un trabajo remunerado.
Aunque María José admite que han tenido muchos logros, reconoce que FM4 se encuentra ante fuertes obstáculos: “las condiciones estructurales de México que muchas veces no les permite a las personas un tránsito digno, o una integración social digna; que la situación en sus países de origen sigue siendo violenta, sigue siendo precaria, que la política estadounidense está como está en momentos actuales… la dificultad más grande es saber que eso está y también de alguna u otra manera como organización no lo podemos borrar del mapa”.
El fin de la organización, va más allá de albergar al migrante. Se trata de procesos de incidencia política, que las leyes también puedan reconocer los derechos de los migrantes, generar información, sensibilizar e incluir a la sociedad civil en el contexto de manera humanitaria.