Filosofía y estilo de vida marcial de Ernesto Temores

Por Luis Ruano

Filosofía y estilo de vida marcial de Ernesto Temores
Ernesto Temores maestro de Taekwondo.

Por Luis Ruano

Ernesto Temores Plasencia abre las puertas de su casa y que a la vez es su escuela donde da clases de Taekwondo, ubicada en la colonia La Primavera en Ocotlán, Jalisco.

Las abre para contar lo que ha hecho durante 47 años, licenciado en Educación Física y Deportes, egresado de la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID), entrenador deportivo por parte del CODE, técnico en urgencias médicas y actual presidente del consejo directivo de Cruz Roja Ocotlán, forma parte del colegio de árbitros de Taekwondo y fue arbitro en los panamericanos.

De las diversas actividades que ha realizado lo que le apasiona es dedicar su tiempo a la enseñanza de las artes marciales a los niños que asisten a su escuela. Que sean conscientes, que desarrollen la cultura, que sean corteses con sus semejantes, unidad y humildad y paciencia, son los principios que hace recordar a sus alumnos al finalizar cada clase, las cinco virtudes del Taekwondo.

Basa su enseñanza en el sentido del respeto y en la formación de valores para que los niños entiendan lo que es la esencia de la marcialidad: “La marcialidad es cuando hay una esencia, la esencia es lo que encierra lo místico de un arte marcial en lo místico es donde entran los principios, los valores, el respeto (…) el Taekwondo es un medio para educar, la parte marcial es enseñar parte de un estilo de vida y que a donde quiera que vayan lleven el Taekwondo pero con principios, con respeto”.

Inicios en el Taekwondo

En su niñez en la primaria sufrió de bullying “¿A quién es al que van a molestar? Al que siempre esté con un perfil bajo el que se calla las cosas, yo en ese tiempo era una persona tímida”, por lo que más grande tenía la intención de practicar en las artes marciales para poder defenderse, sin embargo lo que en un principio era la idea de lastimar a quienes quisieran atacarlo pronto entendería el verdadero objetivo del Taekwondo.

El respeto y la formación de valores son la base del entrenamiento.

Nada es casualidad, había un gusto, había un interés de aprender las artes marciales pero en esos tiempos encontrar una escuela era muy difícil, yo inicié en el área comercial a la vez que el deporte, tenía un negocio de una lonchería pero fui a un mandado a Zapotlanejo y estando en la plaza principal veo un cartel donde invitaba a una exhibición de Taekwondo, asistí y dije ‘esto es lo que siempre he querido’”.

Alrededor de 30 años en el mundo de las artes marciales, él vivía en Tototlán y durante 15 años iba hasta Zapotlanejo a ser entrenado por el maestro Martín Muñiz el cual le enseñó los valores del Taekwondo. Después, su maestro se retiró y fue cuando llegó quien era maestro de Martín Muñiz, Sun Myung Kim.

Durante las competiciones llegó a ganar varios premios, su primera competencia en Wisconsin, Green Bay, Estados Unidos en 1993, competiciones a lo largo de la república mexicana, además de la participación en un campeonato en Corea.

Desde pasar como practicante, competidor, árbitro, tener todos esos conocimientos lo volvieron más completo como maestro: “Para obtener la cinta negra debía realizar servicio social, que la enseñanza aprendida se pueda compartir a los demás y de ahí nació el gusto por la enseñanza”, comenzó dando clases en Tototlán para después llegar a Ocotlán.

Pérdida de valores

Lo que antes se veía como un deporte basado en el respeto y el compañerismo se ha convertido en un negocio donde lo más importante es ganar, así lo menciona Ernesto Temores: “Puedes competir, enseñar como maestro, practicarlo como deporte pero la competencia no lo es todo, el área competitiva de Taekwondo es una rama de muchas, una es la formación en valores, salud, desarrollar habilidades, muchos beneficios y muchos objetivos. Que engloba todo un estilo de vida”.

Desde su punto de vista el entrenar sirvió para que las generaciones pasadas pudieran encontrar un sentido de vida de respeto, de compañerismo, como ciudadanos ser honestos, cuidar de su propia sociedad. Las enseñanzas que él trasmite a sus estudiantes son las mismas que hace años recibió y resalta que eso es lo verdaderamente importante del Taekwondo.

En sus clases toda persona que entra debe tener claro el juramento que consta de tres puntos que dice son importantes para poder cambiar tu vida través de la práctica del Taekwondo:

Protección para la justicia “se justo ante las cosas y ante las injusticias no te quedes callado”.

Cultura física y de tu personalidad “cuida tu cuerpo y cuida tu imagen, siempre un comportamiento digno de una persona que practica este deporte

Cortesía, fe y unidad “siempre respeto, tener perseverancia y fomentar el compañerismo”.

Dentro de su escuela imparte esos valores, siempre busca que sus estudiantes se lleven algo más que la técnica y tal es la forma de enseñar que los mismos estudiantes que han estado con él ahora llevan a sus hijos.

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