Chau tabú, la educación sexual para la vida cotidiana
Por Daniela Herrera
Según la UNESCO, pocas personas jóvenes reciben adecuada preparación para la vida sexual, para entender el porqué de esto, la Secretaría de Educación Pública, expone los cinco diferentes enfoques de educación sexual en los últimos cincuenta años: moralista, biológico-funcionalista, integrador y de desarrollo.
La forma de educación sexual moralista se basa a partir de los juicios de valor del grupo dominante y expone el comportamiento social deseable; el biológico-funcionalista se centra en la función reproductiva; el integrador habla sobre los riesgos en el ejercicio de la sexualidad, mientras que en el de desarrollo se consideran todos los componentes de la sexualidad, aludiendo también a los derechos humanos.
La educación moralista en términos de sexualidad ha forjado estigmas y desapruebo en ciertos ejercicios sexuales a los que se les considera tabú. Los prejuicios y la poca información son una amenaza para el libre goce de los derechos sexuales del individuo.
El proyecto “Chau tabú” liderado por cuatro estudiantes de enfermería del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, perteneciente a la Universidad de Guadalajara, proporciona información basada principalmente en el respeto y la tolerancia para atender temas relacionados con la educación sexual, tales como los derechos sexuales, el sexo, el género, el placer y el autoerotismo.
El origen del proyecto surge a partir de una clase en la que se enfocan en sus compañeros de enfermería que apenas ingresaban a la carrera, pues se les había quitado la materia de sexualidad y su compromiso como educadores de la salud los obligaba a crear algo para que sus compañeros también pudieran entregar la información a más pacientes.
Con el fin de ampliar el conocido panorama de la educación sexual en México que antepone a los métodos anticonceptivos y habla poco de otras cotidianidades de la sexualidad, Edgar Morillón, Diana Martínez, Adriana Sánchez y Adriana Soto, a través de encuestas aterrizaron diferentes perspectivas de sexualidad que daban a relucir las dudas más comunes sobre este tema.
A partir de las encuestas deciden generar contenido que responda a las dudas mediante gráficos como infografías, imágenes y vídeos subidos a plataformas digitales, así como la creación de talleres. Entre los tabúes que atienden, estos se relacionan con el rol de género, número de parejas sexuales, el placer en el uso del condón, virginidad, masturbación y orientación sexual.
“Una de nuestras metas es poder llegar a las escuelas primarias a dar cursos a partir del tercer grado, que es como lo más indicado para impartir esta educación sexual”, explica Edgar, uno de los integrantes, pues admite la importancia que tiene buscar la educación en este sentido para la confrontación de una cultura inmersa en fenómenos como el machismo y otros que impiden el ejercicio libre de la sexualidad en una persona.
